Cuando hablamos de inteligencia emocional (IE) nos referimos a la capacidad de percibir, interpretar, demostrar, controlar y utilizar las emociones para comunicarse y relacionarse con los demás la inteligencia emocional es una habilidad esencial para vivir una vida plena y exitosa.
Muchas personas consideran que tener altos niveles de inteligencia emocional puede ser más importante que tener una alta inteligencia académica o intelectual. Pero, ¿Cómo medimos la inteligencia emocional? ¿Es posible cuantificar la capacidad de alguien para comprender y manejar sus emociones y las emociones de los demás?
En este artículo, exploraremos en profundidad cómo medir la inteligencia emocional.de manera efectiva y constructiva. Si bien, esta capacidad de expresar y controlar nuestras emociones es fundamental, lo es aún más la capacidad de comprender, interpretar y responder a las emociones de los otros.
Contenido
Señales de la inteligencia emocional
Algunas de las señales claves y muestra de IE son:
- Una capacidad para distinguir y retratar lo que sienten los demás.
- Una conciencia de las fortalezas y limitaciones personales.
- Autoconfianza y autoaceptación.
- La capacidad de no aferrarse a los errores.
- Una capacidad para aceptar los cambios.
- Una curiosidad muy desarrollada, sobre todo hacia las otras personas.
- Una fuerte empatía y preocupación por los demás.
- Mostrar sensibilidad a los sentimientos de las otras personas.
- Un fuerte sentido de responsabilidad ante los errores.
- Una gran capacidad de manejo emocional ante situaciones difíciles.
¿Cómo se mide la inteligencia emocional?
A diferencia de la inteligencia académica o intelectual, la inteligencia emocional es un concepto más difícil de medir y cuantificar. Existen diferentes métricas para medir la inteligencia emocional, pero hoy nos centraremos en dos: Las pruebas de autoinforme y las de habilidad.
Las pruebas de autoinforme
Son las más comunes porque son las más fáciles de administrar y calificar. En tales pruebas, los encuestados responden a preguntas o afirmaciones calificando sus propios comportamientos. Por ejemplo, en una declaración como «A menudo siento que entiendo cómo se sienten los demás», un examinado podría describir la declaración como en desacuerdo, algo en desacuerdo, de acuerdo o muy de acuerdo.
Las pruebas de habilidad
Las pruebas de habilidad, por otro lado, consisten en pedir a los individuos que respondan a circunstancias y, posteriormente, evaluar sus habilidades. En estas pruebas se suele esperar que los individuos muestren sus capacidades, que luego son evaluadas por un tercero.
A continuación te dejo 2 ejemplos de pruebas de inteligencia emocional:
- La Prueba de Inteligencia Emocional de Mayer-Salovey-Caruso (MSCEIT) es una prueba basada en la habilidad que mide las cuatro ramas del modelo de Inteligencia Emocional de Mayer y Salovey. Los evaluados realizan tareas creadas para examinar y medir su capacidad de percibir, identificar, comprender y controlar las emociones.
- El Inventario de Competencia Emocional y Social (ESCI) se basa en un instrumento más antiguo conocido como el Cuestionario de Autoevaluación e implica que personas que conocen al individuo ofrezcan calificaciones de las habilidades de esa persona en varias competencias emocionales diferentes. Esta evaluación está diseñada para medir las habilidades sociales y emocionales, ayuda a distinguir a las personas que son líderes naturales.
Observación y evaluación
Otra forma de medir la inteligencia emocional es a través de la observación y evaluación. Los expertos en inteligencia emocional pueden observar cómo interactuamos con los demás, cómo manejamos nuestras emociones y cómo respondemos emocionalmente a diferentes situaciones. La observación y evaluación también pueden incluir preguntas de entrevistas sobre nuestras experiencias emocionales y cómo las manejamos.
Pruebas de capacidad cognitiva
Aunque la inteligencia emocional no está directamente relacionada con la inteligencia académica o intelectual, algunos estudios sugieren que hay una cierta correlación entre las dos. Por lo tanto, algunas pruebas de capacidad cognitiva, como las pruebas de coeficiente intelectual (CI), también pueden proporcionar información sobre nuestra capacidad para comprender y manejar nuestras emociones.
Componentes de la Inteligencia Emocional
Los especialistas sugieren que hay 4 niveles de IE, estas son: percepción de las emociones, razonamiento con emociones, Comprensión de las emociones y manejo de las emociones.
Percepción de las emociones:
El primer paso para comprender las emociones es percibirlas con precisión. En varias ocasiones, la capacidad de identificar y percibir el lenguaje no verbal como el lenguaje corporal o la expresividad facial son señales de que se cuenta con este nivel de IE.
Razonamiento con emociones:
El siguiente nivel consiste en utilizar las emociones para fomentar el razonamiento y la actividad cognitiva. Las emociones son una gran herramienta para priorizar lo que nos llama la atención y nos genera respuesta, respondemos de forma genuina a lo que nos llama la atención emocionalmente.
Comprensión de las emociones:
las emociones que percibimos pueden tener una amplia variedad de significados. Pongámonos en el caso de que alguien está expresando emociones de enojo, el observador debe interpretar la causa del enojo de la persona y lo que podría significar. Por ejemplo, si tu supervisor está enojado en la oficina, no siempre significa que está insatisfecho con tu trabajo, también la causa de su enojo puede ser debido a una multa por exceso de velocidad, o porque tuvo una discusión fuerte con su pareja.
Manejo de las emociones:
Manejar las emociones de manera efectiva es una parte crucial de la inteligencia emocional y el nivel más alto. La capacidad de controlar las emociones y responder adecuadamente, tanto a las emociones propias como a la que expresan los demás, es uno de los aspectos mas importantes en la gestión emocional.
Los 4 niveles antes mencionados están ordenados por dificultad desde los más básicos a los más complejos. los primeros 2 niveles que son considerados los más básicos implican percibir y expresar emociones, mientras que, para los últimos niveles, los más altos se necesita una mayor conciencia e incluye el control de las emociones, que es un punto muy difícil de trabajar.
Cómo usar la inteligencia emocional
La inteligencia emocional se puede utilizar de muchas maneras diferentes en su vida diaria. Algunas formas diferentes de practicar la inteligencia emocional incluyen:
- Tener la capacidad de aceptar la crítica y la responsabilidad.
- Tener la capacidad de seguir adelante después de cometer un error.
- Tener la capacidad de decir que no cuando lo necesitas.
- Tener la capacidad de compartir sus sentimientos con los demás.
- Tener la capacidad de resolver problemas de manera que funcione para todos.
- Tener la capacidad de sentir empatía por otras personas.
- Tener la capacidad de escuchar a los demás.
- Saber por qué haces las cosas que haces.
- No juzgar a los demás.
La inteligencia emocional es fundamental para una buena comunicación interpersonal. Algunos expertos creen que esta habilidad es más importante para determinar el éxito en la vida que el coeficiente intelectual por sí solo. Si después de haber leído todas estas características y sientes que no tienes mucha inteligencia emocional, no te preocupes por que es una cualidad totalmente desarrollable, y a continuación te daremos unos consejos para que puedas trabajar esta cualidad.
Consejos para mejorar la inteligencia emocional
Si bien algunas personas pueden adquirir sus habilidades emocionales de forma natural, alguna evidencia sugiere que esta es una habilidad que puede desarrollar y mejorar. Por ejemplo, un ensayo controlado aleatorizado de 2019 descubrió que la capacitación en inteligencia emocional podría mejorar las habilidades emocionales en el lugar de trabajo.
Ser emocionalmente inteligente es importante, pero ¿Qué pasos puedes tomar para mejorar tus propias habilidades sociales y emocionales? Aquí hay algunos consejos.
Fortalecer tu escucha
Para entender lo que quiere decir la otra persona el paso número uno es prestar atención. Tómate todo el tiempo que necesites para escuchar y comprender lo que el emisor está tratando de comunicar, es muy importante prestar atención a todo el mensaje, tanto en el ámbito verbal como no verbal, ya que el leguaje corporal puede contener más información respecto al mensaje. Cuando percibas una emoción en particular del emisor, trata de considerar los factores que podrían estar contribuyendo a dicha emoción.
Trata de ponerte en el lugar del otro
Percibir las emociones de los demás es fundamental, pero más importante aún es poder empatizar con la otra persona para así comprender realmente su punto de vista.
Desarrollar la empatía parece un trabajo complejo, pero con este simple ejercicio te resultara muy sencillo.
El ejercicio consiste en preguntarse ¿Cómo me sentiría yo en su situación? Recuerda complementar con el contexto de la otra persona esto reforzara tu respuesta.
Esta pequeña actividad y el ejercicio de ponerte en el lugar del otro te ayudará a desarrollar habilidades y herramientas emocionales a largo plazo.
Reflexionar
La habilidad de razonar con las emociones es una pieza importante para desarrollar su IE a un próximo nivel. Intenta considerar cómo tus propios sentimientos y emociones influyen en tus decisiones y conducta. Cada vez que este pensando en cómo responden al otro, analiza el papel que desempeñan sus emociones en su respuesta.
¿Por qué razón este individuo se siente así? ¿Hay alguna variable oculta que pueda estar contribuyendo a estos sentimientos? ¿Cómo varían tus emociones a los de ellos? A medida que investigues estos cuestionamientos, puede que descubras que rol cumplen las emociones en la forma de pensar y actuar de las personas
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