¿El principio de precaución es bueno o malo?
Si le preguntas a algunas personas te dirán que el principio de precaución es una forma de evitar acciones que pueden conducir a que sucedan cosas malas. Para otros, es una estratagema cínica e ignorante para evitar que sucedan cosas buenas. Entonces, ¿Quién tiene razón, o están todos equivocados?
Definición del principio de precaución
De acuerdo con el Diccionario podemos definir «precaución» como: Acción que se efectúa para evitar posibles daños o problemas futuros.
Entonces, cada vez que nos preguntamos cuáles podrían ser las consecuencias de nuestras acciones, y qué podemos hacer para reducir la probabilidad de consecuencias que no nos gustan, estamos ejerciendo precaución. Parece sensato, pero ¿Qué eleva esta idea aparentemente inteligente a un Principio? Volviendo a las definiciones la RAE define principio como, «Cada una de las primeras proposiciones o verdades fundamentales por donde se empiezan a estudiar las ciencias o las artes».
En otras palabras, solo a partir de las definiciones, el principio de precaución es una guía para tomar medidas ahora que ayuden a prevenir eventos futuros que se consideran socialmente indeseables o inaceptables. Pero para que esto sea útil en las decisiones políticas y comerciales, necesita un poco más trabajo.
Definición Internacional
En el año 2000, la Comisión Europea publicó un documento de 29 páginas sobre la interpretación e implementación del Principio de Precaución. Es un documento sofisticado y completo, pero un poco demasiado de largo, afortunadamente, un informe de la UNESCO de 2005 sintetiza muchos de los puntos principales en una definición de trabajo un poco más breve.
Resumiendo, la definición de la UNESCO de Precaución
«Cuando las actividades humanas pueden conducir a un daño moralmente inaceptable que es científicamente plausible pero incierto, se deben tomar medidas para evitar o disminuir ese daño.
El juicio de plausibilidad debe basarse en el análisis científico.
Las acciones son intervenciones que se realizan antes de que ocurra el daño, buscan evitar o disminuir la magnitud de este.
Siempre se deben elegir acciones que sean proporcionales a la gravedad del daño potencial.
Se debe considerar sus consecuencias positivas y negativas.
Se debe hacer una evaluación de las implicaciones morales de la acción como de la omisión
En resumen el principio de precaución es usar el conocimiento científico para tomar acciones y medidas para evitar daños que de otro modo podrían ocurrir, pensar en los pros y los contras de estas acciones en un contexto más amplio, y asegurarse de que el esfuerzo detrás de la acción sea razonable dado el daño potencial que pretende abordar.
Por lo tanto, el principio de precaución no se trata de detener la innovación, ni siquiera frenar el progreso tecnológico, más bien, es un Principio de “Ir despacio y hacer preguntas inteligentes»
El principio de precaución se aplicará cuando haya indicios de consecuencias potencialmente graves si no hacemos las cosas bien. ¿Es esto bueno? ¿O es malo? Bueno, probablemente sea usted quien decida, pero al menos ya tienes el conocimiento de cuál es el principio de precaución antes de emitir tu juicio de valor.